Las neuronas del corazón: descubrimientos de grandes médicos y neurocientíficos del mundo

El corazón posee miles de neuronas que tienen impacto en la mente y en el cuerpo. Los hallazgos aseguran que cuando las personas gozamos de la coherencia del corazón, reina la armonía. Por el contrario, ante la incoherencia, reina el caos

J. Andrew Armour descubrió la existencia de más de 40.000 neuronas en el corazón. Además de neuronas, este sistema nervioso cuasi-independiente, está compuesto por proteínas, células de apoyo y neurotransmisores. El cerebro del corazón está en conexión con el cerebro y le envía más información de la que recibe del mismo.
La comunicación del sistema nervioso del corazón se da a través de 4 vías: neurotransmisores, ondas de presión, electromagnética e impulsos nerviosos. Cada una de estas vías tiene una relevancia particular, pudiendo inhibir o activar el encéfalo.

El sistema nervioso del corazón, tiene incidencia en la homeostasis, es decir el equilibrio del organismo. Incide en el estrés o el bienestar, la enfermedad o la salud. Dicho sistema libera hormonas como la adrenalina en momentos de exigencia y también la hormona del amor: la oxitocina. Regula la tensión arterial e incide en la respiración. Tan poderoso es nuestro corazón, que su expresión alcanza todo el cuerpo.

Aseguró el famoso médico y neurocientífico francés, David Servan-Schreiber: 'si existiera un medicamento que permitiese armonizar la íntima relación entre el corazón y el cerebro, tendria efectos beneficiosos sobre el conjunto del organismo. Retrasaría el envejecimiento, reduciría el estrés y el cansancio, acabaría con la ansiedad y nos protegería de la depresión. Por la noche, nos ayudaría a dormir mejor; y durante el día, a funcionar al máximo de nuestras capacidades, concentración y precisión.'

Si bien ese medicamento no existe hasta el momento, está al alcance de todos influir en el cerebro de nuestros corazones. Así como en su relación con el cerebro y el resto del cuerpo-mente. El corazón percibe aún antes que el cerebro. También aprende, recuerda y tiene la capacidad de transformarse.

El corazón está íntimamente relacionado al cerebro emocional y ambos son interdependientes así como se inter-influyen. Los latidos del corazón reflejan el vaivén entre el cerebro emocional y el corazón. Por años hemos puesto en un podio al cerebro y el corazón subordinado al mismo. Los hallazgos dan cuenta lo poderoso e
incidente que es el cerebro que posee el corazón.

La variabilidad cardíaca -los intervalos entre latido y latido y del corazón- no es exacta en la salud. Cabe aclarar que dicha variabilidad nada tiene que ver con la taquicardia, arritmias y otras alteraciones. La variabilidad cardíaca coherente tiene ondas amplias y se produce tanto con emociones como con pensamientos positivos. Se relaciona con armonía fisiológica y como decíamos refleja salud. Implica ahorro de energía al organismo y por ello aporta energía y vitalidad.

Contrariamente, la variabilidad caótica, es incoherente y desordenada. Aparece ante emociones y pensamientos negativos. Esta última se relaciona con disfunciones y enfermedades. Exige mucha energía y fatiga al organismo.

Servan-Schreiber fue sujeto de estudio comprobando la forma en que diversas experiencias alteraban el intervalo en su frecuencia cardíaca. Cuando el intervalo era más corto, el corazón latía más rápido. Cuando el intervalo era más largo, el corazón disminuía la velocidad de latido. Tan solo con realizar cálculos mentales simples su corazón latió más rápido y consumió más energía. Al recordar una experiencia positiva la aceleración de su corazón disminuyó y evidenció coherencia cardíaca. Ambas experiencias fueron imperceptibles para el médico observado. Por lo que, se concluye que las diversas experiencias en el día a día, afectan la coherencia cardíaca, aún siendo imperceptible para nuestra consciencia. Las experiencias vividas afectan al corazón, su sistema nervioso e impactan en el resto del cuerpo.

Las ondas cerebrales se sincronizan al ritmo cardíaco, evidenciando que el corazón manda al cerebro. La coherencia cardíaca influye en el resto de los ritmos fisiológicos con los cuales se sincroniza, en especial con la respiración y la presión arterial.

El ritmo cardíaco también se sincroniza con las demás personas y más cuando existe una relación. Somos afectados por el corazón del otro, así como afectamos a su corazón, para bien o para mal.

¿Podemos intervenir positivamente en el corazón e influir en el cerebro y el resto del cuerpo? La respuesta es sí.
¿Cómo activamos la coherencia y por tanto repercutimos en la armonía física y mental? Te comparto 13 maneras a través de los cuales podrás entrenar la coherencia cardíaca y obtener sus beneficios de salud y bienestar:

1. Observar los propios pensamientos
2. Transformar pensamientos negativos en positivos (por ejemplo en aprendizajes)
3. Cultivar y activar emociones positivas
4. Agradecer
5. Meditar
6. No juzgar
7. Escuchar al otro
8. Rodearte de personas positivas
9. Colaborar y cooperar
10. Trabajar en la propia flexibilidad
11. Gestionar el miedo, el estrés y el enojo

Agregando a lo anterior, la técnica de coherencia cardíaca mejora el rendimiento físico y mental. Dicha técnica consiste en prestar atención a la respiración y practicar la atención plena para mejorar la vida diaria. De esta manera podrás influir positivamente en tu propia salud y aportar bienestar también a quienes te rodean.