A partir de la confianza las personas nos animamos a expresar opiniones, a mostrarnos tal cual somos, a emprender acciones -ya que es premiado acertar y posible equivocarse- a ser creativos e innovar. Si, ¡innovar aún en momentos de alta adversidad!
En entornos de alta incertidumbre, la seguridad es antídoto para mantener resultados positivos, así como para asegurar la salud emocional y física. Cuando los entornos no son seguros el cerebro activa respuestas de lucha huida incapacitando el pensamiento sistémico y estratégico. Se activan respuestas automáticas aprendidas para protegernos, las cuales podrán no ser adecuadas en la situación actual.
En entornos seguros las personas desplegamos nuestras potencialidades, mantenemos nuestra estabilidad y logramos ser creativos, encontrando nuevas opciones, aún en momentos de alta demanda.
Un gran motivo por el que los líderes tienen la responsabilidad de promover seguridad en estos momentos particulares de mercado con entornos inciertos, que están implicando pérdida de puestos laborales y hasta cierre de plantas completas. Casi diariamente somos informados de nuevas medidas de empresas que históricamente daban buenos resultados y aún siendo líderes en su rubro, hoy están “ajustando los cinturones” y reconvirtiendo sus estructuras y negocios, de cara a mantener las compañías.
Ante este panorama de alta inseguridad para todos y de alto desafío, ¿es posible generar seguridad en tus colaboradores?
Laura Delizonna en la Harvard Business Review, reveló cómo lo logró con éxito Paul Santagata, Head of Industry at Google:
1. Abordando el conflicto como si fuera un colaborador en lugar de un enemigo.
Además funciona, una vez más, invitar a tus colaboradores a participar, a pensar contigo cómo abordar esta situación altamente compleja. Tené en cuenta que en todos los casos hay benecios, y preguntate en cada situación: ¿cuál es la oportunidad?
2. Hablar de persona a persona, con humanidad.
Tené presente y decite a vos mismo que el resto de las personas tienen:
- Creencias, perspectivas y opiniones, igual que vos
- Esperanzas, ansiedades y vulnerabilidades, igual que vos
- Amigos, familiares y quizá niños que los aman, igual que vos
- Quieren sentirse respetadas, valoradas y competentes, igual que vos
- Desean paz, alegría y felicidad, igual que vos
Y posicionado en ese lugar, de humano a humano, avanzá!
3. Anticipá reacciones y planeá contramovimientos.
Antes de dar cualquier mensaje, ponete en lugar de quien lo va a recibir y dirigilo de forma que genere una reacción positiva para la persona y el negocio. Te recomiendo que cuides a cada persona, con alto sentido ético y de responsabilidad. Diseña tus posibles respuestas anticipándote a cómo reaccionará tu colaborador. Santagata especícamente, se pregunta:
¿Cuáles son los puntos principales a transmitir?
¿Cuáles son las tres maneras en que mis oyentes podrán responder?
¿Cómo responderé a cada uno de esos escenarios?”
4. Reemplazá la culpa con curiosidad.
Utilizando una postura abierta y dispuesta al aprendizaje, informá datos especícos y en forma neutral. Preguntá acerca de los motivos generadores y pedí a tus colaboradores soluciones. Plantea Santagata que es importante preguntar directamente:
Qué crees que está pasando?
Cuál sería tu escenario ideal?
Cómo podría apoyarte?
5. Pedí retroalimentación sobre cómo diste tu mensaje.
Es una forma de Iluminar en zonas oscuras, desarmar un posible enfrentamiento y aportar a la comunicación, la flexibilidad y la confianza. “Santagata cierra conversaciones difíciles con estas preguntas:
¿Qué funcionó y qué no funcionó en lo planteado?
¿Cómo te sentiste al escuchar este mensaje?
¿Cómo podría haberlo presentado más efectivamente?”
6. Medir la seguridad psicológica.
En forma periódica buscar alternativas amigables como ser conversaciones 1 a 1, juntas de equipo y aún formatos como encuestas , entre otras formas que se ajusten a vos y tus colaboradores.
“Santagata periódicamente le pregunta a su equipo qué tan seguros se sienten y qué podría mejorar su sensación de seguridad”.
Managers que son verdaderos líderes conocen los beneficios de estas prácticas y no solo favorecen la transformación que los negocios necesitan para adaptarse, sino que aportan valor al desarrollo de sus equipos y colaboradores.