Comienza lo nuevo

Todo lo que termina, tanto lo que soltamos como lo que se va o concluye, abre a algo nuevo y diferente. Lamentarse por lo que pasó que no pudo ser o cambió, solo nos detiene en un tiempo y una emoción que ya no es del presente. Lo que aporta es lo que aprendemos de cada situación.

Hace poco comenzando una conferencia, le pregunté al público sobre las tres cosas más importantes en la vida. . No tenían que decirlas, solo pensarlas para sí mismos y en 30 segundos. Al pasar ese breve lapso de tiempo, pregunté cuántas de ellas tenían que ver con personas. Resultado: casi todas las personas coincidieron en que las tres o al menos dos de las tres, tenían que ver con personas.

Y la pregunta que me surge es: ¿cómo estamos cuidando de nuestras personas valiosas, incluidos nosotros mismos?

Podemos mirar atrás hacia los últimos 12 meses y evaluarnos. Hacerlo con una mirada bondadosa y curiosa, para aprender de nosotros mismos; de nuestros valores y de cómo usamos nuestro tiempo en función de lo que nos es más valioso en la vida.

Con las respuestas que surjan, te invito a jugar un juego. Imaginá que tenes un año, solo un año por delante. ¡Soñá! Estás llegando al fin del mismo y mirás para atrás: ¿Qué es eso fundamental que querés haber vivido, conseguido, logrado? Seguí imaginándote: estás en diciembre 2020, sos el protagonista de tu película.

  • ¿Quién está?
  • ¿Qué personas te acompañan?
  • ¿Qué es lo que de verdad te importa?
  • ¿Qué estás haciendo?
  • ¿Dónde estuviste?
  • ¿Qué hiciste?
  • ¿En qué invertiste tu tiempo?
  • ¿Qué hay de nuevo en vos?
  • ¿Quién sos ahora, con lo nuevo, con lo de antes, con lo que vendrá?

Ahora agregale imágenes, sonidos, olores y sensaciones a todo esto que queres que pase. ¡Y por último: decite lo que te dirás cuando lo consigas!

Después de ver tu película en retrospectiva, te invito a que diseñes tus objetivos para el año que empieza.
Y cuando los tengas, chequeá que cumplan con las siguientes condiciones:

  • Qué estén redactados en positivo.
  • Que sean específicos.
  • Que sean desafiantes y realistas.
  • Que tengan evidencia de logro.
  • Que sean fraccionables y medibles.
  • Chequeá que el camino y el logro de tu objetivo tenga un impacto positivo en toda tu vida y también en tu entorno.
  • Y algo muy pero muy importante: ¡que dependan de vos! Transformá lo que sea necesario para que lo que quieras, dependa de vos. Que no se trate de cambiar a los otros, ni de hacer que los otros hagan lo que vos queres. Hacé que las cosas pasen y para eso, adueñate de esa parte en la que podés actuar por vos mismo.
  • ¡Alineá cada objetivo con tus valores!

Te invito a escribirlos ya que no es lo mismo únicamente pensarlos. Cuando termines, volvé a imaginar que están pasando y que lo lograste.

Así estarás usando capacidades cerebrales para orientarte al éxito.

Te deseo que 2020 sea un gran año para vos. Para que cuando pasen 12 meses más, estés aún más feliz que ahora. Que en diciembre 2020 seas más vos, vivas más tus valores y cada día te orientes en lo que es esencial para vos. Es un proceso y como tal pueden haber retrocesos, pero no te preocupes, recalculá y volvé a tu camino.

¡Brindo contigo por la vida! Por la tuya y la mía y para que nos encaminemos cada día a nuestra mejor versión.