Una generación que representa más del 50% de los roles de liderazgo worldwide, lleva adelante cambios tecnológicos, el diseño del trabajo y la transformación de las organizaciones.
La maravillosa Generación X, marcada por cambios que impactaron no solo en sus propios integrantes sino en la humanidad completa; en la concepción del trabajo, del ocio, de la famila, los valores, la política, la economía, las fronteras y tantas otras cosas.
Una generación que articula entre aquellos que jugaban a la pelota de trapo y los que hoy se divierten con los video juegos. Una generación que jugó a la bolita, a la pelota, a los clubes y que jugó Mario bros y tantos otros; que domina la máquina de escribir y que con la llegada de las computadoras supo entender el hardware y software para dominar hoy el mundo digital. Una generación que conoció el fax y usa el correo eléctrónico, el whatsapp y la redes digitales. Una generación que hizo cursos de lectura rápida leyendo sobre papel y ahora también lo hace en digital. Desde el casette, pasando por el vhs y el beta, al mundo internet. La teconología es sin duda una herramienta poderosa, tanto así que el 54% de la generación X y el 56% de los millennials informaron que son digitalmente inteligentes.
Una generación que vivió crisis ecoonómicas fuertes y que aprendió que el trabajo es parte de la vida, no la vida en sí misma y que avanza en la articulación de este equilibrio. Una generación que valora las actividades culturales y la naturaleza y según un estudio de la Universidad de Michigan realizado por Miller, “los adultos de la Generación X están felices con sus vidas, con un nivel promedio de 7,5 en una escala de diez puntos en la cual el 10 equivale a “muy feliz”.
Me pregunto muchas veces, como esta generación que se ha adaptado a cambios tan potentes, en ocasiones tiene dificultades para adaptarse y/o promover el cambio en las organizaciones. ¿No son una generación caracterizada por la flexiblidad, la adaptación, el aprendizaje y el deseo de crecer?
De hecho, casi el 50% aprende en forma continua para perfeccionarse y el 67% dijo que le gustaría recibir coaching, según datos publicados en el Global Leadership Forecast 2018. Sería simple entonces para esta generación que lidera más del 50% de las organizaciones, gestionar los cambios y sin embargo, falta alguna vuelta de tuerca. Quizá basta con linkear con nuestras experiencias de adaptación, aplicando lo aprendido y todo lo que llevo al éxito en su momento, a los desafíos que se nos presentan hoy. Es necesario hacerlo con alto sentido de responsabilidad ya que somos los padres de los también maravillosos millenials que ya comenzaron a emprender y a desafiar para generar el cambio que ellos implantarán. Ya ellos también están liderando y serán el 50% de la fuerza laboral en el 2025.
¿Quién mejor para adaptarse a la diversidad generacional que coexiste en las empresas, e integrar el talento inter-generacional, que una generación caracterizada por lo cambios?
Se trata de recordar y aplicar. Tenemos además de la historia, el empuje de las nuevas generaciones que nos enseñan y nos muestran lo que vendrá. La generación X está llamada a conectar con las experiencias de éxito en la adaptación a los cambios y poner en juego aquellos aspectos que en sus momentos permitieron aprender y ser parte de lo nuevo.
Se trata también de valores, integración, comunicación, objetivos, compromiso, acción, responsabilidad con el hoy y el mañana. Una vez más el liderazgo es clave y la generación X lo sabe.