Todo empieza por uno mismo. En un mundo de relaciones con otros que no solo son relevantes sino indispensables para que podamos ser y conocernos a nosotros mismos, todo empieza por uno. Conocernos como ser emocional, cognitivo y de acciones. Esto implica comprender nuestras capacidades, predisposiciones y tendencias; el cómo reaccionamos ante los hechos, cómo los interpretamos y cómo actuamos en consecuencia.
Gastón es un ejecutivo que lidera una gran compañía. En un momento de su vida, una situación laboral lo puso entre la espada y la pared. A partir de tener claro lo que quería para él y su familia, optó por cambiar de posición. Pasados los años y ya al final de su carrera, revisa su trayectoria. Constata que esa decisión -que fue un literal paso atrás y una nueva área donde se bajaba de cargo- viró el rumbo de su carrera. Fue el comienzo de su gran sueño (hoy cumplido). Para tomar esta decisión, además del apoyo de su amante esposa, tuvo la osadía de animarse a sentir y actuar en consecuencia; más allá del status, de las pautas sociales y del dinero.
¿Cómo se relaciona el autoconocimiento con el liderazgo? Es una pregunta clave que tiene que ver con eficacia. Se realizó una investigación con 125 auténticos líderes, hombres y mujeres de entre 23 y 93 años, de diversas religiones, razas, nacionalidades y grupos socio económicos. Un 50% eran CEOs y otro 50% líderes de organizaciones sin fines de lucro o jóvenes líderes. La investigación -publicada como una de las destacadas en la Harvard Business Review- asegura que sin importar edad, sexo, nacionalidad y pertenencia a un grupo, su liderazgo emergió de sus experiencias de vida; de cómo significan sus historias. Esto es, el cómo te contás el cuento de tu vida. Es la propia narración que cada uno hace de los hechos vividos.Tiene que ver con la postura que asumimos ante las situaciones. Resultan algunos denominadores comunes en las 125 historias:
1. Decidieron ser protagonistas y no víctimas.
2. Eligieron capitalizar los momentos difíciles y también aquellos que implicaron situaciones límites.
3. Eligieron enfocarse y dedicarse a lo importante.
Por esto, aseguran que el autoconocimiento es la llave para ser un líder auténtico y eficiente. El conocernos es un desafío que solo emprendemos con voluntad y valentía. Animarnos a conocer nuestros puntos ciegos es una forma de avanzar no solo hacia el éxito de nuestro liderazgo, también de nuestra vida. Uno de los líderes de la investigación se divorció dos veces para constatar que la causa era él mismo y sus reacciones con sus cónyuges. Al momento de este descubrimiento, le llegan resultados de una encuesta 360 para descubrir que quien creía ser como líder no tenía mucho que ver con la forma en lo que veían sus colaboradores. Fue un golpe a sus valores y lo que hizo fue tomar las riendas, hacerse cargo y utilizar estos resultados para crecer. A partir de mirarse a sí mismo y lograr darse cuenta, generó el cambio que lo llevaría a ser uno de los auténticos y eficientes lideres de estas 125 historias exitosas de la investigación.
Estos baños de realidad nos permiten emprender un viaje de crecimiento. Cualquier cambio en nosotros mismos lo podremos emprender si somos capaces de tomar consciencia, hacernos cargo y accionar.
El autoconocimiento es condición necesaria para ser auténticos:
1. Impone ser eles a nosotros mismos sin ser dirigidos por exigencias sociales o familiares.
2. Propone practicar nuestros valores y vivir nuestro propósito, aquel que involucra al mundo y va más allá de objetivos. Éstos son la forma que encontramos para vivir nuestro propósito y así orientarnos en lo esencial.
3. Los valores son la brújula interna que nos guiará a actuar y a decidir.
Cuando veas un líder de verdad, allí hay una persona que se conoce, tiene claros sus principios y acciona según ellos.
Por eso en cada situación, obsérvate:
1. ¿Qué sentís?
2. ¿Qué pensás?
3. ¿Cómo actuás?
Aquello que esté alineado a lo que sos, identicalo y fortalecelo. En cambio, cambiá aquello que no va contigo, que no elegís y en algunos casos hasta te deja como un títere de la emoción, de las exigencias, de lo que sea. Todo empieza por casa. Recién después podemos entrelazarnos con otros en el fantástico mundo del liderazgo donde se entretejen emociones, cogniciones, sueños y acciones de esas personas que nos siguen y a quienes debemos respetar, guiar e inspirar.
Esto hizo Gastón, que hoy se cuenta un cuento colmado de aprendizajes y en el que constata que vive sus valores y cumple su propósito como líder y como persona con una misión.