El coaching profesional es un proceso pragmático; orientado a resultados medibles y evidentes, que se basa en valores y propósitos. Destaca las fortalezas, se apoya en recursos y genera cambios de alto impacto. Para responder a la pregunta de si el jefe o gerente puede ser coach de sus colaboradores directos, primero, es importante tener en cuenta que el proceso requiere establecerse en una relación de confianza. Es condición que el cliente pueda tener apertura al 100%. En caso contrario, el proceso es tan superficial como mediocres los resultados.
La respuesta se hace evidente a través de una experiencia que me contó un ejecutivo, que hace unos años, participó de un proceso de coaching gerencial.
En forma privada, estaba preparando su salida de la compañía. Ante diversos cambios organizacionales, la empresa le ofrece un proceso de coaching. El objetivo era definir el siguiente paso en su carrera, considerando las necesidades de los cambios del negocio.
Es así que contrataron un coach externo y comenzó el proceso orientado a su “desarrollo en la compañía”.
Como necesitaba un tiempo más en la maduración de sus emprendimientos, no podía transparentar su plan todavía.
Por eso es que, la información que ponía sobre la mesa con su coach, era la posible y estratégica.
Esta experiencia lo dejó muy descreído. La verdad lo entendí y desde mi perspectiva, hubo mala praxis de ese coach. Estoy convencida que se daba cuenta que algo no iba bien. Vaya a saber qué lo llevó a seguir adelante con este proceso destinado a ser infructuoso.
Esto mismo sucedería en el caso que un jefe o gerente, pretenda facilitar un proceso de coaching a sus colaboradores directos.
Por mejor intención, relación y confianza establecida entre él y su colaborador, la información que estará sobre la mesa, será la conveniente y estratégica.
El colaborador es posible que no considere ser 100% transparente y eso hace imposible un proceso eficiente. Este es el motivo por el que las compañías contratan coaches externos, aún teniendo a sus gerentes formados en coaching.
Entonces, ¿para qué un jefe o un gerente se forma en coaching? Sin dudas lo hace:
- Para liderar en el sentido amplio de lo que implica ser líder - Para alinear
- Para ser seguido
- Para comprometer
- Para promover responsabilidad y participación
- Para generar aporte de valor
- Para cumplir objetivos
- Para lograr resultados de alto impacto
- Para ser agente de transformación
- Para desarrollar talento
- Para provocar creatividad e innovación, entre otras tantas cosas
Muchas investigaciones, como la de Gallup, destacan que las organizaciones y las personas no quieren más jefes ni gerentes. ¡Necesitan lideres! Gerenciar con coaching es adherir al nuevo paradigma de gestión que requiere articular objetivos organizacionales y personales. La última pregunta a responder es: ¿Cómo entonces el líder usa el coaching?
Lo usa diariamente en su estilo de gestionar. Y lo hace a través de sí mismo.
El proceso de aprendizaje de la metodología y las herramientas, impone un cambio cognitivo y emocional.
Entonces, a través de la propia experiencia, incorpora una forma de ser líder y ejercer su
liderazgo. Las habilidades y competencias desarrolladas estarán en permanente acción. Liderar con coaching es una forma efectiva y eficiente de promover la mejor versión como persona, como líder, como equipo y organización.