¿La intuición es cosa de genios?

La intuición, desvalorizada por mucho tiempo, es el “olfato” del que hablan tantos y que los llevó a logros y avances que no hubieran imaginado desde la razón. La investigación revela que existe una relación directa entre la intuición del CEO y las ganancias en la empresa. Por su parte la ciencia informa sobre su localización cerebral.

No solo Steve Jobs la utilizó con grandes resultados, como compartió en su famosa conferencia en Stanford, también la aprovechan muchos referentes de éxito en el mundo.
No es una idea o sensación loca que cae descolgada de la nada. Resonancias magnéticas revelan que el pensamiento intuitivo se localiza específicamente en el hemisferio derecho, en el girus temporal superior. Es uno de nuestros grandes poderes.

¿Qué es la intuición? Ni más ni menos que una señal que emite nuestro cerebro y que trae consigo mensajes poderosos. En ocasiones va más allá que los podamos decodificar en el momento y requerimos de tiempo para entender. La intuición es una predisposición compartida por todos los seres humanos. El hecho de utilizarla o no, es otra cuestión.

Nuestro cerebro capta mucha más información de la que somos conscientes –es decir la que tenemos activa y actualizada en el aquí y ahora–. Es en la sutileza y el detalle de todo lo que tenemos almacenado en nuestras memorias y activado en el presente, que se organiza ese mensaje y nos llega en forma de intuición. Aparece para que lo utilicemos a nuestro favor.

¿Cómo reconocerla? Nos llegará en forma de sensaciones, percepciones, pensamientos, imágenes, mensajes... ¿Para qué sirve? Es una herramienta poderosa que orienta en el camino correcto. Como lo indica la propia palabra, derivada del latín, es “mirar hacia adentro” y “conectar”. Es una puerta grande para ingresar a tu verdadero potencial. Sirve para tomar decisiones, para resolver problemas, para activar el pensamiento creativo, la innovación y para conectar con nuestro interior.
Funciona algo así como ese mensaje que te da esa persona tan cercana a vos, que te quiere, te conoce y te cuida. La gran diferencia en este caso es que el mensaje es de vos para vos y es certero. Tenemos predisposiciones que desde la biología nos son dadas. El ambiente y cada uno, somos responsables de activar las dotaciones que poseemos. Así que una vez más, está en nuestras manos decidir darle bolilla y desarrollarla o no. Si es que te interesa esto último, te aseguro que el retorno de la inversión es tan grande como inimaginable.

Implica un proceso de autoconocimiento y también de crecimiento. Es necesario activar todos nuestros sentidos -visual, auditivo, kinestésico, auditivo digital y también el olfato.

En mi propio crecimiento y desarrollo descubrí que cuando voy avanzando por buen camino, tengo una respiración más amplia y fresca. Además una corriente indescriptible e intensa, corre por mis piernas. En el correr del tiempo aprendí a darme cuenta cómo usar mi intuición. Es una guía para decidir en que usar mi tiempo -de nuestros bienes más preciados- invertir mi energía y decidir. ¿Si me orienta? Totalmente, y tengo la convicción que es a través de ella que voy cada día por más.

Desarrollar la intuición es un camino de ida lleno de desafíos y absolutamente empoderador que te llevará a darte cuenta y utilizar el gran poder que tenés. Es ir cada vez más alto, más lejos, más profundo en este maravilloso viaje que es la vida y que desplegamos en cada instante y cada rol. Cada uno de nosotros tenemos un lugar de liderazgo sea con nosotros mismos, nuestros hijos, colaboradores, entre otros. Si nos decidimos a transitar un proceso de enriquecimiento y potenciación de nuestras capacidades, podremos no solo impactar en nosotros, también lo haremos en nuestro entorno. Con un retorno invaluable ya que como seres sociales que somos, eso que aportamos se nos devuelve potenciado.

Un líder intuitivo no solo tomará las mejores decisiones sino también innovadoras. Y junto con ello expandirá en su equipo la confianza que crece al unísono de la intuición para promover el desarrollo de talentos que llega en consecuencia y que impactará en el colectivo. ¿Cómo desarrollar la intuición?

• Invertí tiempo en autorreflexión y autoconocimiento.
• Meditá entendiendo la meditación como esos minutos que te das diariamente para estar contigo, en el aquí y ahora. ¿La forma? La que te sirva, todas son útiles. Desde rezar con la convicción de alguien/algo mucho más grande, hasta sentir tu cuerpo, escuchar tu mente,

poner una meditación guiada o decirte una frase. Son muchas y diversas las opciones. Justo ahora escribiendo escucho música 432 y de verdad está genial. Elegí tu forma y tomá tu opción. La meditación es a la intuición, como la gasolina al motor.
• Hacete preguntas claras de situaciones o problemas que tengas que resolver.

• Enfocate en dónde querés estar, qué querés alcanzar... aunque no tengas claro todavía ni el cómo ni cuándo.
• Escuchá con atención y apertura las respuestas y mensajes que de diversas formas te llegan.

• Escribilos y en esos espacios personales que destinaste para vos, lee al menos una vez por semana lo que escribiste.
• Cuanto más persistente seas en la práctica, más rápido constatarás el poder de tu intuición. Y por supuesto, los resultados.

La intuición no está reservada para unos pocos, es un don humano que podrás desarrollar y utilizar tanto cuanto quieras.