Ser víctima o protagonista es tu propia decisión

Si aceptas la premisa que “toda acción tiene un cometido”, el punto es ver más allá lo que te está impactando y entender su fundamento

En oportunidades el día a día limita nuestra visión; somos llevados de la nariz por la operativa y olvidamos mirar -tal como observadores- qué sucede en los sistemas globales que integramos. Mirar de manera ampliada nos permite contextualizar qué sucede en un mercado determinado, en una empresa concreta y en este sentido, cómo se van dando los acontecimientos. Si aceptas la premisa que “toda acción tiene un cometido”, el punto es ver

más allá lo que te está impactando -positivamente o no- y entender su fundamento. A partir de este entendimiento, podes elegir si ser víctima o protagonista.

Les comparto dos situaciones. En un caso, estuve reunida con una persona que entendió que la distancia puesta por su jefe era un simple capricho que respondía de forma inmadura a una decisión de ella.

Cuando su jefe comentó lo sucedido, dejó en claro que estaba dolido por lo que entendía falta de sinceramiento de su colaboradora y en consecuencia tomó distancia. Escuchando a cada uno, ambas versiones tienen sentido.

¿Quién tiene la verdad? Es probable que ninguno ya que a ambos les falta una parte para entender la perspectiva del otro e integrarla a la propia. Cada uno desde su perspectiva e interpretación, está convencido que está en lo cierto; y la distancia y molestia avanzan.
En el momento en que uno integre el contexto y además la perspectiva del otro, encontrarán valiosa información para aportarse mutuamente y construir.

El impacto que la acumulación de situaciones de este estilo tienen en el área no es positivo para la organización. Como en cada situación, las perspectivas son tantas como personas involucradas.

La otra situación refiere a un colaborador que se queja que no le avisaron lo que se le comunicaría a su cliente. Entonces su líder se siente indignado: ¿Cómo plantea esto, si estuvo en cada paso del proceso? El enojo para ambos duró varios días después del suceso.
Imagino que recordarás situaciones similares, donde podrás distinguir qué postura asumiste.

Cómo víctima, podrás quejarte y tu frustración te dejará en un estado de menos recursos y lo que es peor, sin poder hacer nada para cambiarlo. Las cosas te llegan y es responsabilidad de los otros.

En cambio, ubicarte como protagonista, te permite ser agente de cambio para ir hacia lo que querés.

Como es cuestión de decisión y elección, te comparto unos tips que funcionan para valorar la situación y para que decidas qué opción tomar:

  • Observá lo que sucede
  • Contextualizá la situación
  • Identicá tus pensamientos, tus emociones y creencias.
  • Valorá si esos pensamientos, emociones y creencias te colocan como víctima o protagonista.
  • Valorá la perspectiva del otro y del sistema del que se trate
  • Tené claro qué querés
  • Identicá qué podés hacer vos para que pase eso que querés que pase.

En el contexto actual en que diversas empresas están realizando cambios estructurales, ¿que posición querés asumir? En cada situación, existen opciones que son oportunidades para elegir nuestro proceso mental y emocional, que determinará lo que hagamos y los resultados que obtengamos.

Por esto es que, víctima o protagonista es cuestión de nuestra propia elección. ¿Cuál es la tuya?