Anticiparse

Una propuesta de Bill Gates, un mensaje de Horacio Quiroga y la oportunidad de anticiparnos y estar preparados para lo que se viene.

Recibí un video de una amiga, como tantos que estos días tenemos por whatsapp. Este de Bill Gates, llamó especialmente mi atención, junto con noticias y artículos relativos al miedo. En esos mismos días, Josefina, nuestra hija de 15, me pidió que la ayudará con una tarea del colegio. Se trataba del cuento de Horacio Quiroga titulado “El hombre muerto”.

Creo en las altas capacidades que tenemos las personas y escribo acerca de eso. Esta vez, con tu permiso, voy a comenzar hablando de un cuento sobre la muerte. Sé que no es habitual en mis abordajes pero entiendo que tiene sentido ahora. En este cuento, Quiroga juega con el tiempo. Trata de un hombre que tiene un accidente y moribundo se debate entre la realidad y la fantasía, la aceptación y la negación. En su mensaje evidencia una creencia general respecto a que la muerte y es que está lejos, será allá...en el futuro. Sabemos que como parte de la vida un día nos va a tocar y creemos que no es ahora. Ante el COVID-19 es posible que vos, como yo, pensemos que somos saludables y podríamos ni sentirlo. Seguro tenés padres, tíos, abuelos y hasta hermanos o hijos con ciertas vulnerabilidades, al menos por la edad. Es por eso que te propongo: ¡anticiparnos!

Sabemos que un día ellos y nosotros moriremos. Ahora, ¿quién quiere que sea ahora, con el COVID-19? ¿Quién elige morir solo? ¿Quién podría querer morir sin poder decir adiós? Te invito a que investigues sobre la campaña en Italia: “decir Adiós”. De verdad que las lágrimas caían de mis ojos, por la tristeza de pensar en esas personas y te juro no quiero estar ni cerca de esa situación con ningún ser querido, ni conmigo misma.

¿Y qué sobre el miedo? Mi idea con estas líneas no es instarte a que lo tengas; todo lo contrario. Bienvenido el miedo cuando nos protege y nos alerta. Cuando tiene un objeto real y le damos sentido de supervivencia. El miedo en sí mismo, sin objeto y más aún cuando es magnificado, nos detiene y nos enferma. El miedo nos debilita, afecta nuestro sistema inmunológico y con él, nuestras emociones. Y el combo pensamiento, emoción y acción, basado en el miedo, empeora las cosas. Atenta contra nuestro bienestar, contra los cuidados y contra la cuarentena. ¿Quién puede pasarla bien, desde el miedo? La clave es utilizar el momento, priorizar, cuidarnos y por qué no, en base a nuestras prioridades diseñar un futuro mejor para uno mismo, para nuestros seres queridos, nuestra comunidad, nuestro país y nuestro mundo. No sabemos cuánto durará esto y por eso les propongo: ¡anticiparnos!

Bill Gates en el 2015, en plena ebullición del ébola, dio una charla TEDx, donde invitaba justamente a prepararnos para una posible pandemia. Su descripción es tal como la estamos viviendo, es tal como el COVID-19. Un virus que se propaga por el aire, al mundo.

Comienza su charla ingresando a la sala de conferencias con un barril que tiene los sellos del Departamento de Defensa de EEUU y comparte que cuando era niño, los tenían llenos de alimentos y víveres, para un eventual ataque nuclear. Las familias se preparaban por si llegaba.

La propuesta del co- fundador de Microsoft fue a anticiparnos. Estar preparados ante una futura amenaza de virus global, que fuera altamente contagioso y que tuviera alcance mundial. Mencionó que el ébola requería estar en cama, era sintomático e inhabilitaba a seguir la vida normal. ¿Pero qué tal si el futuro virus fuera asintomático? Aseguró que el gran problema no eran malos sistemas sino la inexistencia de estos. Manifestó que entendía que el impacto financiero de prepararse para la futura llegada de un virus con estas características, sería muchísimo menor al daño potencial de no estarlo. Su discurso tuvo más detalles, referencias y recomendaciones precisas. Lo que me interesa rescatar es que en 2015, este hombre influyente anunció la posible llegada de un virus con características similares a las del COVID- 19. Imagino que por su influencia su mensaje llegó a manos de quienes podrían accionar.

Hoy mi invitación es a que te anticipes y estés preparado. Leí en El Observador, que el presidente de ASSE imagina que estaremos dos meses más en cuarentena y que el gobierno se prepara para sostener a la población. El punto es: ¿cómo nos vamos a ayudar nosotros mismos, a nuestras familias, empresas y nuestro entorno cercano? Ese es el espacio donde podemos accionar directamente. Estoy convencida que es sacando lo mejor de cada uno, que vamos a transitar este momento que no elegimos y nos tocó vivir.

Te invito a mirarte adentro, a reflexionar sobre vos. En tus sueños y prioridades, en tu forma de vivir. Te invito a que instales hábitos saludables para vos, tu familia, tu empresa. Hábitos que tengan que ver con salud, alimentación, ejercicio y también con tus valores.
Te invito a que te informes con noticias de calidad. Si es confirmado que esta situación podría durar 2 meses más, ¿cómo vas a organizar tu trabajo o qué cosa nueva y diferente estarás haciendo? ¿Cómo vas a organizar tu economía? ¿Cómo estarás ayudando a otros? Y aún más, ¿qué harás, cuando el COVID-19 pase, para impactar en un futuro mejor?

Planifiquemos nuestras economías y nuestros trabajos. Pongamos una mirada creativa, ¡innovemos! Como lo están haciendo tantos, chicos cocinando y entregando a domicilio, negocios que están procurando mejores servicios de entrega, instituciones de educación que se están organizando para mejorar las clases online,

Rediseñemos, como tantas empresas que se comprometieron al teletrabajo y hacen posible que sus colaboradores se cuiden. Es querer, ¡casi todo puede ser remoto! Si todavía tenés oportunidades, activalas ahora. Rediseñemos como lo hicieron aquellos que activaron protocolos, orientados a extremar cuidados para esas personas que siguen teniendo que estar en el campo de acción. Si todavía podes hacer más para cuidar a tus colaboradores y a vos mismo en este sentido, hacelo ya.

Todos tenemos las capacidades de planificar, crear e innovar. Usemos estas capacidades y otras como la empatía, la resiliencia y la solidaridad. Para que este tiempo nos permita potenciarnos y ser mejores. Para que no nos sorprenda lo que sigue y nos encuentre preparados. Para que no solo estemos listos para sostener sino para engrandecer. Somos un país chiquito, hagamos la diferencia. ¡Seamos modelo para nuestros hijos y para el mundo! Sí queremos, ¡podemos!