Transformar al Uruguay

El ejemplo de un pueblo indonesio puede disparar la motivación para actuar y cambiar la realidad

Hace un tiempo recibí un mensaje por Whatsapp de mi madre sobre Kampung Pelangi. Se trata de un pueblo indonesio, en el centro de Java. Era un lugar gris, triste y oscuro, con escasas oportunidades para sus residentes, hasta que una iniciativa de un profesor llamado Slamet Wododo lo convirtió en uno de los lugares más alegres del país.

La transformación se dio en abril de 2017 y se basó en pintar sus casas. Con una inversión mínima del gobierno, alrededor de US$ 22.000, sus habitantes y autoridades como su alcalde, pintaron paredes, techos y demás infraestructura. Lleno de vida y colores, Kampung Pelangi es hoy un lugar altamente frecuentado por turistas, con una economía en desarrollo, un cambio de visión y oportunidades y sin duda una transformación psíquica positiva.

Quienes habitamos Uruguay nos merecemos un país próspero, seguro, con grandes perspectivas de futuro. La de Kampung Pelangi es una de las tantas historias que me permiten creer que transformar al Uruguay es más que posible. ¡Depende que nos impliquemos!

Escucho muchas veces que cada país tiene lo que se merece y, sinceramente, creo que nos merecemos una gran vida en un gran país. Sueño que vuelva a ser la Suiza de América por su educación, por una forma de pensar que siempre quiera más y en cada acción, cada proyecto, cada momento nos propongamos avanzar hacia nuestra mejor versión, con estándares elevados, buscando la excelencia.

Cada decisión y cada acción establece el legado que le dejamos a nuestros hijos y deseo que ese legado sea de paz y grandeza.

En los entrenamientos de coaching veo transformación pura y que no vuelve atrás; se establece para siempre y es una evidencia más que transformar en clave de coaching implica que nos dirijamos a nuestra mejor versión desde el compromiso, la responsabilidad y la acción. Seamos protagonistas, con una mirada positiva y constructiva, actuando y caminando hacia un objetivo que queremos. Al alcanzar el objetivo se generará bienestar y felicidad, transformando e inspirando. Y esto traerá un círculo virtuoso.

Mientras escribo estas breves líneas, deseando que más se sumen a este objetivo de transformación positiva, recuerdo tantas personas y proyectos que desde ámbitos conocidos o desconocidos, en nuestro país y en el mundo, impactan y transforman en positivo, en grande.

Vos también tendrás miles de ejemplos, y además seguro soñaste algo y lo hiciste. Justo por esto, te invito a que día a día agradezcás lo que tenés -desde la salud, el dinero, las oportunidades, tu trabajo, tu familia, tus amigos...- y tengas claros tus objetivos. En este 2019 diseñá tus objetivos en positivo, con la mayor precisión posible, con un dead line, con evidencias de logro, con mediciones, que dependan de vos, que tengan un impacto positivo para vos y tu entorno, que te desafíe y a la vez sea realizable y que se sustenten en valores!

Tenemos que construir y tener claro que depende de cada uno de los que vivimos en Uruguay lo que logremos como país. Es independiente de raza, credo, postura política, situación socio- económica... Depende de nosotros si queremos seguir mirando al primer mundo y quejándonos por nuestra evidente mediocridad o actuar para transformar y darnos cuenta que podemos ser lo que queremos y ¡mucho más!

Basta de hablar, ¡hay que actuar! Basta de quejas, ¡propongamos soluciones! Basta de mirar lo que no hay, ¡generemos lo que queremos! Basta de mirar para atrás, ¡miremos para adelante! Basta de dividir, ¡sumemos!

Aprendamos, capitalicemos la historia, accionemos, generemos cambios, siendo responsables y así obtendremos los resultados que queremos.





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